miércoles, 25 de febrero de 2009

Etiquetar los cultivos

Cuando tenemos a la vez semilleros de varias especies, plantas de distintas variedades de una misma especie, o simplemente deseamos hacer un seguimiento de nuestros cultivos, etiquetar las macetas puede ser muy útil.

El tema del seguimiento de cultivos lo dejo para otro post, ya que es un tema importante, y en él trataré de explicar los dos métodos que he utilizado, por si os es de utilidad.

En cuanto al etiquetado, en este post del foro de InfoJardín hay muchas ideas e información al respecto.

Por mi parte, paso a explicar el proceso que yo sigo, y al que, modestamente, aplico los calificativos de rápido, fiable, económico y sencillo (vamos, el "bueno, bonito y barato" de toda la vida).

Necesitaremos una lámina de plástico resistente, no muy gruesa, de un color claro, rígida o semi-rígida; por ejemplo, un separador de tamaño folio o DIN A4 de los utilizados en archivadores, carpetas, etc.

Con unas tijeras o una cizalla, cortamos tantas tiras como necesitemos de la anchura y longitud que nos parezcan oportunas, dependiendo de la información que queramos poner en las etiquetas. Si las manualidades no son lo nuestro, o el pulso se nos ha ido de vacaciones, siempre podemos trazar unas líneas, ayudándonos de una regla, antes de cortar con las tijeras.

Cortamos en forma de punta un extremo de la tira, y ya tenemos la etiqueta. Sólo nos queda escribir en ella la información que queramos, con un rotulador de tinta indeleble (de los que se usan para escribir en CDs, por ejemplo), y clavarla en el substrato.



martes, 24 de febrero de 2009

El riego durante las vacaciones

Para los que tenemos macetohuerto, siempre es un rollo patatero (nunca mejor dicho) tener que irnos de vacaciones dejando solucionado en lo posible el tema del riego en nuestra ausencia.

Y si es en verano, qué os voy a contar, cuando nuestro huertecillo está en plena ebullición, floreciendo, y dando una cosecha tras otra.


Es un problema gordo, que cada cual soluciona lo mejor que puede.

Y aunque lo ideal seria que alguien puesto en el tema regase las macetas en nuestra ausencia, la realidad suele ser otra y tenemos que hacer uso de la imaginación (y nuestro poder de persuasión).

Una alternativa muy en boga son los sistemas de riego automático. Como no tengo toma de agua en los balcones, ni toma de corriente, ni ganas de inundarle el balcón al vecino de abajo, lo rechazo de plano.

Las vacaciones pasadas, después de muchos quebraderos de cabeza, conseguí hacerme con un sistema "mixto" que me dió excelentes resultados: un sistema de riego automático que no precisa electricidad, y un familiar que se pasaba de vez en cuando para comprobar que todo iba bien.

Bueno, el familiar realmente se pasó un pelín con el riego suplementario y algún pimiento que otro se fundió.

Sin mencionar marcas, diré que compré 2 tipos de artilugios en un centro de bricolaje y jardineria. Ambos funcionan de manera similar mediante unos conos de material poroso que se han de introducir en el substrato, pero mientras que a unos se les tiene que enroscar una botella, los otros tienen un tubito flexible que se ha de introducir en un depósito con agua (garrafa, cubo o similar).

Encuentro mucho más flexible y cómodo de utilizar el que lleva el tubito (y para el familiar, ni os cuento), y además es mucho más económico. De vez en cuando rellenamos el depósito con agua (y fertilizante líquido si se quiere), y ya está.

Ambos sistemas transfieren agua al substrato mediante capilaridad, y tienen modelos diferentes que dejan salir más o menos agua, por lo que debemos elegir los que más se adapten a las necesidades del cultivo en particular.

Evidentemente, cuanta más agua dejen salir, más pronto se vaciará el depósito o botella, dependiendo también de la capacidad del mismo. Los que yo utilicé, podian aguantar de 10 a 15 dias.



En otoño, cuando desmonté el sistema, las raices estaban enrolladas literalmente a los conos, de tal forma que cuando los separé, eran un molde exacto del mismo.

Rábanos

Es frecuente leer que el cultivo de rábanos en maceta es muy recomendable para los principiantes, dado que no son muy exigentes, y que el espacio de tiempo requerido para la obtención de cosecha es corto (alrededor de 1 mes). Además, se les suele clasificar como de "sombra", o "media sombra".


Pues bien, discrepo. Es, como todos los cultivos, poco exigente, siempre y cuando se le proporcionen todas sus exigencias. ¿?

Me explico.

Como ya he dicho en otras entradas, mis balcones están orientados al norte, con lo que la luz natural que les llega es escasa. Como consecuencia de ello, las plántulas de todas mis siembras se ahílan, y los rábanos no van a ser menos.

Además, requieren un substrato muy suelto y húmedo, pero sin encharcamientos.

Después de varias experiencias, unas más exitosas que otras, he llegado a desarrollar un procedimiento con resultados satisfactorios.


Para facilitar la posterior solución al problema del ahilamiento, en lugar de sembrar a voleo, hago una serie de agujeros en el substrato a intérvalos regulares, procurando respetar unas distancias mínimas, y a continuación introduzco una o dos semillas en cada uno, y los cubro ligeramente.

Una vez germinan, esperamos unos dias hasta que las plántulas tienen un buen tamaño, y sujetando cada una con muchísimo cuidado, preferiblemente de una hoja, rellenamos la maceta o jardinera con más substrato, de manera que los tallos queden enterrados, y afloren nada más que las hojas.

A partir de ahí, hay que controlar el substrato de manera que siempre esté suelto y húmedo, sin encharcamientos.

En mi caso, con luz natural escasa, el ciclo se ha de alargar por necesidad, y la cosecha tiene lugar en unos dos meses.

Coliflores en maceta

El año pasado hice semillero de coliflor, variedad "bola de nieve", y a principios de julio las transplanté al huerto de mi padre.

Como era mi primera experiencia con coliflores, me reservé 5 para el balcón: 3 en una jardinera de 40 cm, y otras 2 en macetas individuales de buen tamaño.


Según iban desarrollándose, resultó evidente que era una verdadera barbaridad poner 3 coliflores en tan poco espacio, por lo que transplanté a una maceta individual el ejemplar del centro. Demasiado tarde, pero...

Cuando ya pensaba que la experiencia habia sido un fracaso total, a finales de noviembre / primeros de diciembre comenzaron a desarrollar las inforescencias.


De las 2 coliflores que quedaron en la jardinera, una no tuvo inforescencia. La otra, así como la que transplanté a mitad de cultivo, obtuvieron inforescencias muy pequeñas.

El resultado de las otras 2 coliflores fue bastante más satisfactorio.

Resultó ser una experiencia muy gratificante, si bien es un cultivo que ocupa un espacio considerable durante mucho tiempo, más de 6 meses, hasta la recolección.

Invernadero casero

Otro de mis proyectos es el de disponer, algún dia, de un pequeño invernadero donde alojar temporalmente las plántulas que acaben de germinar, en proceso de crecimiento, etc., resguardadas del viento y del frio, hasta que se reúnan las condiciones necesarias para su transplante.

Como siempre, la falta de espacio limita en mi caso las posibilidades, y aunque siempre se puede comprar uno ya hecho, prefiero intentar hacerlo yo, ya que puede resultar altamente gratificante.

De entre mis intentos, más o menos exitosos, cabe destacar los siguientes:

1. Invernadero construido con CDs.

Está construido con 6 carcasas de CDs, pegados entre sí con adhesivo para plásticos, y reforzado con unas varitas de madera (en concreto, de las utilizadas para brochetas).

En los laterales donde no hay CDs, he pegado plástico transparente semi rígido.



He construido 2 invernaderos de este tipo, y sus mayores desventajas son su excesiva fragilidad, y poca altura (estoy madurando una idea que puede solucionar esto último).

Los pegamentos utilizados tampoco ofrecen resultados totalmente satisfactorios (no citaré marcas, tan sólo diré que uno es para plásticos rígidos, y otro de dos componentes).

Un aspecto positivo es su excelente transparencia.



2. Invernadero de plástico con estructura de alambre.

Se compone de una estructura de alambre forrado de plástico para evitar el óxido, y plástico transparente.

Yo utilicé alambre para jardineria, pero podria servir prácticamente cualquiera, incluso el cable eléctrico, siempre que esté recubierto de material plástico, y sea medianamente rígido.

El plástico utilizado para las paredes del invernadero es el que se usa para proteger de la lluvia los tendederos de ropa, y he utilizado cinta adhesiva transparente (el popular "papel de celo") allí donde ha sido necesario.

Su mayores problemas son su excesiva fragilidad, y una transparencia deficiente, como resultado de los materiales empleados.



3. Invernadero en una estanteria.

Como tengo instalada una estanteria de madera en el balcón, he intentado aprovechar parte de ella como invernadero, para lo que me he hecho servir de plástico del utilizado para tendederos, así como de hilo fuerte.

Aunque parecia una buena idea, un fuerte temporal de viento pronto me demostró que no estaba en lo cierto.


Seguiremos dándole al coco.

Compostaje

Hace tiempo que tenia en mente construir una compostera, pero la falta de espacio y la posibilidad de malos olores, han hecho que retrase el proyecto una y otra vez.

Durante meses he ido recopilando información, principalmente del foro de InfoJardín, pero tras leer esta experiencia me he decidido a intentarlo.

El pasado 23 de febrero compré una caja de plástico con tapa, de esas que se utilizan para guardar cosas, de 25 litros de capacidad.

Dentro de la caja puse un saco de plástico, de color negro, de los que se utilizan para recoger la basura de las comunidades, y eché en ella el substrato de las macetas que ya no tenian nada plantado, quitando previamente las raices.

A continuación, hice un pequeño hueco en el substrato, eché unos cuantos restos de lechuga troceados, lo tapé, y rocié con un poco de agua para que haya algo de humedad.

He puesto la tapa encima, pero ladeada de forma que entre aire.

Según vaya disponiendo de más restos vegetales, iré añadiéndolos de igual manera, removiendo todo el substrato de vez en cuando, y añadiendo algo de agua cuando lo vea excesivamente seco.